Performances en las playas de Tarifa y Melilla.
Tanto el Mar Mediterráneo como el Mar de Alborán se han convertido en los últimos años en las mayores fosas comunes del mundo.
De estas dos rutas, la del Mar Mediterráneo, es la más mortífera y es la elegida por las personas que huyen sobre todo, de países como Nigeria, aterrorizada por el sanguinario Boko Haram, o de Eritrea, también conocida como la Corea del Norte de África. Tan solo en 2016 fallecieron que se sepa, más de 5.000 personas en nuestro mar. Y esta cifra aumenta año tras año, como consecuencia de la cancelación en 2016 de la operación Mare Nostrum, dirigida a la búsqueda y rescate de personas en el mar, por otra opción, la operación militar Tritón, dirigida a la vigilancia de fronteras y ejecutada por Frontex, con lo que la UE cambia el objetivo humanitario de salvar vidas por el objetivo militar de proteger fronteras.
Añadido a esto, durante 2017 se ha dificultado a las pocas ONGs que todavía lo hacían, la búsqueda y rescate de personas en el mar, de tal forma que desde mediados de este año, solamente permanecen tres de ellas en el intento de salvar vidas. La ruta del Mar de Alborán, frontera Sur de España ya contabiliza 6000 muertos en los últimos 20 años. Que se sepa, en el 2016, 122 de estos muertos, fueron niños. Ruta y fallecidos que son silenciados mediáticamente por la responsabilidad directa en estas muertes del gobierno del estado español.