CACEROLADA 10 NOVIEMBRE 2017
Mujer refugiada doblemente empoderada
El objetivo de la cacerolada semanal no es el de la presión, pues sabemos que cuatro gatos (o diez, los que seamos) haciendo ruido en la calle, poco importan … Para nosotras y nosotros es una cuestión de visibilización de un tema del que ya no se habla. Llegar a la gente a la que no se llega en charlas y concentraciones y mandar el mensaje de “esto es TAN importante, que seguimos y seguimos”
Cada semana mujeres, hombres, niños y niñas mueren intentando llegar a Europa, o son agredidos por la policía en las fronteras, o son violadas, o son secuestrados, encerradas en CIEs, etc…. Miramos a otro lado como si no fuera cosa nuestra pero es cosa nuestra y tenemos que asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos y ciudadanas de valencia.
En cada cacerolada intentamos resumir esos relatos silenciados durante la semana y, de manera participativa, los repetimos una y otra vez para que los transeúntes que salen del Corte Inglés entiendan, se paren y sepan.
Esta semana nos centramos en las mujeres refugiadas, pues el drama que viven es muchas veces invisibilizado. Además, ha sido una semana muy trágica, muy dolorosa. Estas son las ráfagas que lanzamos ayer en nuestra cacerolada semanal.
1- Aunque en los trayectos migratorios y en la búsqueda de refugio, las mujeres sean minoría (en torno a un 9% en esta ruta), su viaje es más difícil. “Están expuestas a constantes violaciones, robos, secuestros o a la trata”.
2- El 31 de octubre, una patera intenta cruzar el estrecho con 53 personas. A bordo de la patera van 10 mujeres y el resto son varones. Los polizones van muy pegados unos a los otros, codo con codo, tienen frío y hambre pero, sobre todo, tienen miedo. Una de las mujeres, Mariam Sow, está en su última semana de embarazo. Tiene 21 años, hace meses que dejó Nigeria, su país natal y trata de alcanzar Andalucía en una lancha con 53 inmigrantes. Su sueño es que ella y su bebé tengan una oportunidad de vida. Mariam llegó grave al hospital con las piernas abrasadas por el motor de la patera y falleció 24 horas después de que naciese su hija. Madre e hija nunca volverán a estar juntas gracias a las políticas europeas. Otras cinco personas de esta patera, también murieron.
3- La historia de Bahoumou es un ejemplo de la dureza del viaje de una mujer refugiada: salió de Costa de Marfil en 2013 con su hijo recién nacido y cuenta “Si no tienes dinero debes acostarte con todos los hombres que te llevan por el camino”.
Poneros por unos segundos en su piel.
4- Pero aunque siempre la mujer, es doblemente víctima, siempre es también, doblemente fuerte. Son ellas mismas las que en lugares como en Grecia desmontan el estereotipo que recae sobre las mujeres como sujetos pasivos de la ayuda. Haciendo patente que ellas pueden ser y de hecho lo son, verdaderos agentes de cambios en sus propias vidas y en las de sus familias. Y muchas de nosotros, allá donde nos encontremos, seremos su fuerza y apoyo.
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5- En Grecia las mujeres sufren estrés y traumas físicos y psicológicos tremendos, tras los peligrosos viajes hasta llegar allí. Algunas tienen la sensación de desesperanza en el futuro, de no poder hacer nada por mejorar sus condiciones de vida, al estar desempleadas y en situación de máxima pobreza. No tienen papeles, no pueden trabajar legalmente, carecen de acceso a la salud y a la educación y se han denunciado casos de violencia de género”.
6- En Grecia decenas de mujeres refugiadas y migrantes se convierten en aliadas para “tender puentes” en un momento en el que las fronteras se levantan. Los recursos son pocos, pero se consideran “multiplicadoras”, capaces de hacer mucho “con casi nada”. Y están convencidas: “Lo que creamos con nuestro trabajo, dedicación y esfuerzo contribuye a la sociedad que nos acoge.
7- El viernes 3 de noviembre rescatan en el mar a Elsa, una mujer eritrea de 21 años y embarazada de 9 meses.
Como muchas mujeres refugiadas encontradas en alta mar, estaba embarazada porque fue violada.
Los responsables, los que las violan, los que no permiten lugares seguros para pedir asilo, los que no quieren que se les rescate en el mar, siguen ausentes e impunes. Pero muchas seguiremos luchando por sus vidas.
8- El sábado 4 de noviembre fue un sábado cruel y negro. 26 mujeres murieron ahogadas por el camino. Nunca sabremos que pasó. Que horror fueron obligadas a vivir por el camino. Pero seguro que estuvieron acompañadas por el más puro miedo.
Sus cuerpos serán enterrados en una fosa común en Italia, mientras Europa sigue mirando para otro lado. Pero nosotras no, no miramos a otra parte, estamos con vosotras y estáis en nuestra mente y en nuestro corazón.
9- La noticia de esta tragedia es recogida en otro medio que la cuenta de este modo: Sábado 4 de noviembre. Encuentran 26 cadáveres de mujeres, en una embarcación en el Mediterráneo, la mayoría de ellas adolescentes que tenían entre 14 y 18 años. Huían de Nigeria y se teme que fueron violadas y asesinadas. Su destino tras la tortura por ser mujer será una fosa común.
Pero los medios en general, al igual que hace Europa, callan.
Y nosotras, mujeres como ellas, denunciamos este silencio y nos preguntamos si también se habrían silenciado estos asesinatos si las niñas, las adolescentes, hubieran sido europeas???
10- El 99% de las mujeres que llegan a las costas italianas, tienen en sus cuerpos numerosos moratones y otros signos de violencia. “Y es muy raro encontrar a una mujer que no haya sufrido abusos”. Las que consiguen llegar, después de tanta violencia, no tienen la cálida y humana acogida que se merecen por parte de Europa. Basta ya!
11- El jueves 9 de noviembre, otra mujer porteadora, muere en la frontera de España. Las porteadoras son mujeres que se matan a trabajar cargando 70 kilos de peso a la espalda y atravesando con ellos la frontera entre España y Marruecos. A fin de poder llevar un sueldo a casa realizan los máximos viajes cada día, incluso las hay que hacen ese trayecto 10 veces al día. Y a causa de este reiterado sobreesfuerzo humano, acaban muriendo. Hoy es uno de esos días en el que otra porteadora más, ha muerto. Y los medios de comunicación, callan, lo callan, convirtiéndose en cómplices de la barbarie una vez más. Las fronteras matan. Pero el silencio y la indiferencia también. No en nuestro nombre y nosotras hacemos ruido hoy y aquí, y no os silenciaremos.
12- La muerte de esta mujer porteadora no solo es silenciada por los medios de comunicación, sino que incluso nos cuentan que la Delegación del Gobierno niega que se haya producido la muerte de una mujer.
Murió en la frontera, aplastada, cansada, sin derechos de ninguna clase, sin ser tan siquiera noticia en la ciudad. Todos sus compañeros la vieron, todos hablan de ella, todos saben su nombre. Pero no interesa publicitar.
Mujeres valientes que mueren mientras todos callan.